1. Desayuno variado
2. Comidas ricas
3. Personal amable

1. Ruido molesto
2. Falta de ascensor
3. Habitaciones pequeñas

proximidad a atracciones locales, instalaciones de piscina, buenas vistas invernales

Las habitaciones son diminutas y la insonorización es pésima, ¡puedes oír todo lo que pasa en la habitación de al lado!!! La falta de ascensor es una gran molestia, especialmente para quienes viajan con maletas pesadas.

Instalaciones prácticas, un poco anticuadas.

El desayuno tenía buenas opciones.

La habitación era pequeña y la decoración bastante anticuada. El ruido de las otras habitaciones era molesto, y la falta de un ascensor complicó mucho el tema de las maletas. Debo decir que la atención de la recepción fue poco amable, lo que hizo que nuestra llegada fuera menos agradable de lo esperado.

Desayuno para recordar

Desperté cada mañana con un desayuno delicioso y variado. El ambiente era acogedor, perfecto para comenzar el día tras explorar Egilsstadir.

Sin embargo, el ruido de otras habitaciones era molesto y la falta de un ascensor hizo que llevar el equipaje fuera un verdadero desafío, especialmente para quienes tienen problemas de movilidad.

el desayuno estaba brutal, con un montón de opciones ricas. el restaurante abajo es una joyita, el salmón es un must y las pizzas están buenísimas. el personal muy amable nos ayudó con todo y siempre había café y chocolate disponible. las camas eran súper cómodas, dormí como un bebé. la ubicación es ideal para recorrer islandia, justo en el centro del pueblo.

sin embargo, las habitaciones eran un poco ruidosas y el baño algo justo.

Las habitaciones son muy pequeñas y el baño tenía mal olor. El desayuno era excepcional y variado, ideal para empezar el día con energía.

Disfruté de una estancia agradable en Hótel Valaskjálf. El desayuno era variado y delicioso, sobre todo la bollería. La habitación era amplia y las camas súper cómodas. Aunque el baño era un poco pequeño, el resto de la experiencia compensó eso. ¡Regresaré!

el hotel tiene un aspecto desgastado y la habitación es diminuta. el olor a cloaca en el baño era simplemente encantador, un verdadero deleite para los sentidos. esperaba un gesto especial por parte del personal, pero parece que la amabilidad estaba de vacaciones. casi escribí una buena reseña, pero no pude resistirme a estos pequeños detalles.

Me alojé una noche y disfruté de un desayuno delicioso y variado. La cena fue espectacular, especialmente el salmón y las pizzas. Sin duda volvería.

El hotel es adecuado para una noche de paso. Las vistas son bonitas y la limpieza es buena. Sin embargo, las habitaciones son pequeñas y el acceso al comedor podría mejorarse, especialmente para grupos. La cena en el restaurante fue deliciosa, aunque las salsas estaban un poco potentes para mi gusto. En general, es un lugar práctico pero con margen para mejorar.

El hotel está cerca de Fljótsdalinn y Hallormsstaðarskóg, donde pudimos disfrutar de actividades como montar a caballo. Lo pasamos genial con mi sobrino explorando la zona. También, cenamos en el restaurante y la comida estaba muy rica, especialmente los entrantes.

Mi mujer dice que deberían mejorar el acceso al comedor.

Desayuno delicioso y camas cómodas

La verdad es que disfruté de un desayuno muy variado y sabroso cada mañana. me parecieron muy cómodas las camas, lo que fue un buen descanso después de un día completo explorando. Sin embargo, me gustaría que las habitaciones fueran un poco más espaciosas para tener más comodidad durante la estancia.

Acogedor y amable, ideal si buscas un lugar donde relajarte tras un día de exploración, con un desayuno excepcional y un personal siempre dispuesto a ayudarte.